martes, 31 de enero de 2012

remitido por ladis

ÁNGEL PERALTA PRESENTA SU ULTIMO LIBRO




El rejoneador Ángel Peralta presentó en Córdoba su último libro titulado: “La sabiduría de un jinete. Las cabriolas de mi mente”. En esta obra, el autor, quiere compartir con el lector vivencias y experiencias irrepetibles a través de toda una vida.

El acto se celebró en el salón Mudéjar del Rectorado de la Universidad de Córdoba y estuvo presidido por el Rector José Manuel Roldán Nogueras al que acompañaba el alcalde de la ciudad José Antonio Nieto y otras personalidades como José Sanz Parejo, Tomás González de Canales, Celso Ortiz…que quisieron arropar al histórico rejoneador.


Ángel Peralta está muy vinculado a Córdoba, pues aparte de contar con muy buenos amigos, en su trayectoria profesional como rejoneador alcanzó importantes éxitos, tanto haciendo collera con su hermano Rafael como actuando en solitario.

Su presentación ante la afición cordobesa tuvo lugar en la desaparecida plaza de Los Tejares el 11 de Diciembre de 1949 en una novillada organizada por los alumnos del V curso de la Facultad de Veterinaria. Esa tarde se lidiaron cinco novillos de Marceliano Rodriguez, uno para el y los cuatro restantes para Manolo Carmona, Alfredo Jiménez, Antonio Ordóñez y Jaime Malaver.

Posteriormente también actuó en numerosas ocasiones en el coso de Los Califas. No podemos olvidar que Ángel Peralta lidió seis mil toros. Todo un récord para un torero a caballo.- L.R.G.

por ladis

EL ULTIMO PUNTILLERO




FRANCISCO J. ENCINAS TORRICO

POR APUNTILLAR UN TORO EN POZOBLANCO DIO LA VUELTA AL RUEDO



Ladislao Rodriguez Galán

Treinta años han transcurrido desde que en una tarde de 1981, un hombre con blusón blanco y pantalón oscuro, aparecía por primera vez en el callejón de la plaza de toros de Los Califas. Se trataba de Francisco Javier Encinas Torrico- Paco Encinas para todos - flamante puntillero oficial de la plaza. Tres décadas atento por si se necesitaban sus servicios, pero que ya no volverá a deambular por el callejón porque se ha jubilado. La temporada pasada fue la última. A partir de ahora verá los toros desde el tendido pues no renuncia a su pasión por el mundo del toro.

Paco Encinas no ha sido siempre puntillero. Natural de Pozoblanco, se cría en el campo y ayuda a su padre en las tareas agrícolas. En los años sesenta, tanto en los bares como en cualquier reunión, era tema obligado hablar de toros, ya que un torero llamado Manuel Benítez “El Cordobés”, estaba revolucionando la fiesta y se encontraba en lo más alto de su fama. Cuando se televisaba una corrida de “El Cordobés” se paralizaba el País entero. Todos querían ver al ídolo de multitudes. Y contagiados de este éxito los chavales ansiaban alcanzar la gloria del torero de Palma del Río. Muchos se lanzaron a la aventura de ser toreros, y en esa legión de aspirantes se encontraba nuestro protagonista.

Comienza toreando en las capeas de El Viso, Santa Eufemia, Almadén, etc. Pero le parece insuficiente y se marcha a Madrid. “Allí, se dice, encontraré el camino para ser torero y hacer fortuna”. Pero se equivoca. La cosa es mas difícil que por el sur y para subsistir se coloca en el matadero de Legazpi. No hay mal que por bien no venga. Se especializa en apuntillar las reses y, quien lo diría, esa facilidad para el cachetazo final le facilita el acceso al puesto que ha ocupado hasta la temporada pasada. Ejerce varios oficios y gracias a los consejos de Rafael Blancas se saca el carnet de puntillero y comienza su deambular por distintas plazas de toros.

En Córdoba debuta como puntillero en el año 1981 en una corrida de rejones. Después, en una corrida de Miura en la que participaba “Parrita”, tuvo que apuntillar al primer toro con la mano izquierda porque el animal se echó pegado a las tablas.

Muchas tardes ha sido ovacionado. Recuerda con cariño la gran ovación recibida la tarde de la alternativa de “Finito de Córdoba”, o cuando a un toro devuelto de Julio Aparicio lo tuvo que apuntillar de pié, acercándolo a las tablas, de un certero golpe.

Pero eso no es nada comparado con su tarde gloriosa de Pozoblanco. Ese día no ejercía de puntillero, estaba de espectador. Toreaban “Chiquilín”, Villafuerte y Alberto Luna. “ Estaba en el tendido pero llevaba la puntilla, me dice, porque en los pueblos no suele haber puntillero y si me necesitaban, me ganaba unas pesetillas...” “El caso es que devuelven un toro y después de tres cuartos de hora intentando meterlo en corrales o apuntillarlo, le pido permiso al presidente y lo apuntillo del primer golpe junto a las tablas. Recibí una fuerte ovación y el público me obligo a dar una vuelta al ruedo. Creo que soy el único puntillero que ha dado una vuelta al ruedo”.

Pero no crean que por estar el toro moribundo no se corren riesgos. En Córdoba recibió una cornada en el brazo derecho de un toro que al sentir el golpe lanzó un derrote y le dejó una marca de dieciocho puntos.

Cuenta Encinas que: “.. antes se apuntillaba por detrás, pero se manchaban los subalternos el vestío. Algunos se ponían un manguito de plástico, para protegerse de salpicaduras. Hoy, al apuntillar por delante el toro te ve al acercarte y si tiene fuerzas se levanta.”

Actualmente, con el nuevo reglamento, las plazas de primera y segunda deben contar obligatoriamente con un puntillero oficial, pues a pesar de que un miembro de la cuadrilla apuntille al toro, los que se devuelven, deben ser apuntillados en corrales y para esto estaba este hombre.

Pero ya nunca más volverán a verlo en el callejón de Los Califas con su blusón blanco (como tradicionalmente han ido vestidos los puntilleros toda la vida) se ha jubilado y no sabemos si habrá repuesto.-

miércoles, 25 de enero de 2012

enviado por Ladis

JORNADA TAURINA EN EL MATO




HERRADERO Y TENTADERO EN LA GANADERÍA MADROÑIZ

De acontecimiento social puede describirse la jornada del sábado en la finca El Mato (Belalcázar) donde pastan las reses de José García Guillén que se lidian con el nombre de “Madroñiz”. Y digo acontecimiento social porque a las tareas camperas que se llevaron a cabo – herradero y posterior tentadero- asistieron cerca de cincuenta personas invitadas por el matrimonio anfitrión.

Durante toda la jornada del viernes, se herraron reses de Madroñiz y las adquiridas a los herederos de Antonio Arribas.

Y, ya el sábado, con la asistencia mencionada se procedió a herrar los últimos ejemplares antes de comenzar la tienta.

El herradero transcurrió con la moderna técnica del cajón, si bien antes se herró una becerra a la antigua usanza, es decir, tirándola al suelo y sujetada por los zagales para que los presentes conocieran como se hacía antes.

Tanto el ganadero García Guillén como su distinguida esposa Mª Dolores Jiménez cumplieron con el rito de herrar algunas becerras. El total de animales herrados sobrepasó con creces el centenar.

Un espléndido ágape, servido al reconfortante sol y compuesto por caldereta de cordero y migas al estilo murciano, regado con vino de la tierra y con inagotables platos de jamón, prepararon al personal para las faenas de tienta que estuvieron dirigidas por el matador de toros Rafael González “Chiquilín” que contó con la colaboración de los novilleros J. Moreno y Antonio Puerta, a los que se unieron el matador de toros Manuel Rodriguez y el novillero “El Califa”. Como estaban allí y el ganado era sensacional los veterinarios José Luis Villafuerte y Felix

Castrillo no dudaron en echarse “palante”y dejar constancia de su enorme afición.

El tentadero fue un completo éxito pues de las seis becerras que saltaron al redondel dos fueron buenas y cuatro súper extraordinarias. Por eso todo el mundo disfrutó lo más grande y solamente la caída de la tarde, con la lógica perdida de luz, y el fresco serrano hicieron al personal abandonar la placita de tientas para retornar a Córdoba.

Enhorabuena al ganadero por el producto que esta criando, fruto de una estricta selección.- L.R.G.





lunes, 9 de enero de 2012

remitido por ladis



2012: AÑO DE UNA GRAN EFEMÉRIDE

SE CUMPLEN VEINTE AÑOS DE LA ALTERNATIVA DE “CHIQUILÍN”
CURRO ROMERO LE HIZO MATADOR DE TOROS EN LA FERIA CORDOBESA DE 2012

Pocos toreros ha dado esta tierra que hayan toreado con la izquierda como lo hacía (y afortunadamente hace aún en tentaderos) el maestro Rafael González “Chiquilín”. La mano de la verdad, la que crea el arte, la que hipnotiza a los públicos y la que encumbra a los toreros no suele ser, precisamente, sello de identidad de la mayoría de los que se visten de luces. Con ella hay que saber expresar la belleza del toreo, y eso es un privilegio reservado a muy pocos. Con la zurda hay que cimentar una obra de arte y rubricarla con interminables pases de pecho, citando y pasándose el toro por delante hasta darle salida por la hombrera contraria. Y en eso “Chiquilín” ha sido un virtuoso.
Rafael encandiló a la afición cordobesa con su imperturbable verticalidad y la pureza y concepción de un toreo serio y elegante. Precisamente el que levanta pasiones y es capaz de hacer a los públicos salir de las plazas toreando por la calle.
¡ Que gran torero!
Desde sus comienzos ya apuntaba unas virtudes que le enmarcaban junto a los grandes toreros que ha dado esta bendita tierra. Por eso creó legiones de aficionados que depositaron en él la esperanza de que reverdecieran viejos laureles taurinos en una ciudad donde el toreo había quedado estancado tras la retirada del ciclón de Palma del Río. Había que despertar a esa afición y “Chiquilín” junto a “Finito de Córdoba” se convirtieron en la pareja de novilleros de moda que encandilaron a tirios y troyanos. Llenazos históricos en Los Califas y peregrinaje de seguidores por esas plazas de Dios para no perder detalle de su torería. Las obras de arte no se pueden contar..hay que verlas. ¡Que tardes de toros dieron estos dos maestros!.
Y como el tiempo no se detiene, este año de 2012 se cumplen veinte años de la histórica tarde de aquel 27 de Mayo de 1992, cuando el maestro Curro Romero le cedió los trastos ante Julio Aparicio, testigo de la ceremonia. Dos toreros de arte para un joven ilusionado en alcanzar las más altas cotas de la tauromaquia.
El toro de la alternativa, de nombre “Canalla”, pertenecía a la ganadería de Jandilla. Como gran devoto de Ntro. Padre Jesús Caído, Rafael, vistió esa tarde de nazareno y oro. El nuevo matador de toros resultó herido en ese histórico festejo.
Confirma la alternativa en Madrid dos años después, el día 26 de Junio de 1994 lidiando reses de “Los Eulogios”, actuando como padrino Sánchez Puerto siendo el testigo José Antonio Campuzano. El toro de la confirmación se llamaba “Cuneado” y pesó 556 kgs.
Rafael González “Chiquilín” nace en Córdoba en el barrio de Santa Marina, el día 26 de Febrero de 1968. Por sus venas corre sangre de “Lagartijo” y “Manolete”. Debuta con picadores en Córdoba, el lunes 22 de Mayo de 1989, en la primera novillada de feria compartiendo cartel con Antonio Manuel Punta y Enrique Ponce, lidiando novillos de Ramón Sánchez Recio (4) y dos, 3º y 4º, de Ramón Sánchez Rodríguez. El novillo con el que debutó con caballos se llamaba ”Caribello”, marcado con el nº 6, dando en la bascula un peso de 370 kgs .
Si bien en el mundo del toro no alcanzó la ansiada gloria, tal como que se presagiaba en sus comienzos, ( las cosas no salen siempre como uno desea), en su vida profesional y personal ha logrado labrarse un enorme prestigio.
Rafael sigue relacionado con el mundo del toro hasta el punto de haber sido apoderado de varios novilleros que luego no respondieron a las expectativas.
Por su simpatía y conocimientos del mundo del toro, reparte su tiempo libre en asistir a cuantos eventos taurinos le invitan. Unas veces como miembro de una mesa de opinión y otras dando conferencias y charlas, que resultan muy entretenidas y clarificadoras.
Han pasado, pues, veinte años y aunque no cuajó en un torero de leyenda, hemos ganado, en lo personal, a un ser irrepetible. Enhorabuena maestro.- L.R.G.